El nombre de origen del Teckel es Dachshund, que significa perro de tejón, aunque también se le conoce como Teckel estándar, Teckel enano o Teckel miniatura. Se trata de un perro de tamaño mini, ya que llegan a medir entre 26 y 37cm tanto los machos como las hembras.

Un poco de historia

Esta raza de origen alemán comprende tres variedades: estándar, enano y miniatura. Cada una de estas variedades puede presentar tres tipos de pelo distintos: corto, largo o duro. La variedad de pelo corto es la más antigua y parece ser que procede del cruce de una forma baja de Bruno del Jura con Pinscher. Fue el Teckel de pelo corto el que dio origen a las otras dos variedades.

El primer estándar se redactó en 1879 y poco después, en 1888, se fundó el Deutscher Teckel Club.
En la actualidad, la variedad más popular es la de pelo duro, aunque es algo que va por épocas, ya que anteriormente había adquirido mucha popularidad la variedad de pelo largo.

Características

La cabeza del Teckel es fina y alargada, y se va estrechando hacia la trufa. Su cráneo es algo convexo. La nariz, estrecha y con la trufa finamente cincelada y de color negro o pardo, según el pelaje.

Sus ojos son de tamaño medio y ovalados, de colores que van del marrón rojizo al marrón negro. En aquellos Teckels grises y arlequines se acepta el ojo despigmentado.

Posee las orejas implantadas altas, planas y redondeadas en el borde.

El cuerpo del Teckel se caracteriza por ser especialmente largo, con cuello musculoso y sin papada. Los miembros son cortos y también musculosos. Sus pies, grandes y redondos y sus dedos apretados y arqueados.

En el caso de los Teckel de pelo corto, éste suele ser tupido y pegado al cuerpo. Aquellos de pelo duro, lo tienen apretado y con subpelo. Los de pelo largo, lo tienen suave, aplastado y levemente ondulado.

Pese a su pequeño tamaño, el Teckel es un perro robusto y valiente, además de resistente. No siempre tiene buen carácter, ya que puede morder fácilmente y suele ser dominante con otros perros. Se trata de un perro bastante ladrador, por lo que es buen perro guardián. Aunque es afectuoso y alegre, puede llegar a ser bastante celoso y posesivo. Cada una de las variedades posee matices diferentes en cuanto al carácter: el de pelo corto es más vivaz, el de pelo duro es más rústico y cazador, y el de pelo largo es el más tranquilo.

Este perro puede vivir tranquilamente en la ciudad, aunque deberá hacer ejercicio y habrá que cepillarlo con regularidad, sobre todo a los de pelo duro y los de pelo largo.