Por fin te has decidido a esterilizar a tu pequeña, ¡bien! Ya sabes que esto tendrá muchos beneficios en su calidad de vida, pero ahora vienen los nervios. ¿Cómo saldrá todo? ¿Cómo será su recuperación? La esterilización es una intervención rutinaria de mínimo riesgo, de modo que no tienes de qué preocuparte. Respecto a su periodo de convalecencia tras la operación, tu papel será esencial para tu mascota, ya que necesitará de ciertos cuidados para que en pocos días su rutina diaria vuelva a la normalidad. No se trata de un tratamiento especialmente exhaustivo, pero es muy importante que le ofrezcas todo tu cariño y atención, ya que para el animal no sólo es un proceso físico sino también psicológico. Aquí te explico los 5 cuidados clave para que las semanas postoperación transcurran lo más tranquilas posible para ti y para ella:


  • MEDICACIÓN


Durante las semanas siguientes a la esterilización, tu perrita necesitará un tratamiento basado en analgésicos y antibióticos para reducir el dolor y evitar infecciones mientras la herida esté reciente. Lo más seguro es que debas combinar varios medicamentos distintos con diferentes frecuencias, así que sigue atentamente las instrucciones del veterinario y sé muy estricto con los horarios y las cantidades. Si es necesario, utiliza notas y alarmas en tu reloj o teléfono, y para hacerlo más sencillo para tu mascota, ofrécele las pastillas mezcladas en su comida para garantizar que las traga. También puedes mezclarla con algún premio blando, como paté o queso, que además recompensará su buen comportamiento.


  • CURAS


Una parte esencial de su recuperación es que la herida cicatrice correctamente. Es importante limpiarla con una frecuencia de 2-3 veces por día con algún producto antiséptico, nunca con agua y menos aún con jabón. Debes observar el estado de la sutura con el paso de los días, nunca tocarla, y ante cualquier aspecto dudoso (sangre, pus excesiva) consultar a tu veterinario. Con la cicatrización la perra no sólo notará dolor al principio, sino que según vaya curando la herida le picará y notará su piel tirante. Es importantísimo que no se chupe ni rasque. Para evitar lo primero, un accesorio fundamental que tendrás que colocarle nada más salir de quirófano es el collar isabelino. Este complemento con forma de embudo evita que el animal llegue con el hocico a la tripa, puesto que su instinto la impulsará a lamer la herida, pero esto resultaría fatal ya que su saliva puede infectar el corte. El collar debe llevarse entre 1 y 2 semanas tras la operación, dependiendo del tiempo de cicatrización de cada animal, y es importante escoger una talla adecuada a tu mascota para que, dentro de lo extraño que le resultará, sea lo menos molesto posible.

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  • REPOSO

Para su mejora física, además de las curas superficiales, hay algo muy básico que será definitivo: el descanso. Durante las primeras 24 horas posteriores a la operación notarás a tu perra desganada e incluso puede que llorona. Es totalmente normal por el shock reciente, y también pueden quedar restos de la anestesia en su organismo. Reduce sus salidas al mínimo durante ese día y, en los siguientes, comienza con paseos breves y pausados. No te preocupes si pasa días o incluso semanas más dormilona de lo normal, es parte de su recuperación y de hecho es ideal para acelerarla. Tanto en casa como en la calle, prohibidísimo saltar, correr, jugar, o hacer cualquier tipo de actividad o movimiento brusco que pueda alterar tanto su cuerpo como su estado de ánimo. También es importante evitar ruidos excesivos, visitas numerosas y, en general, situaciones que puedan romper el relax del animal.

Para su espacio de descanso, coloca mantas nuevas o limpias y procura que se tumbe siempre ahí y no directamente en el suelo.


  • ATENCIÓN


La tranquilidad de tu mascota tiene que ir acompañada de una dedicación especial: estos días necesitará más cariño que nunca. El animal no sólo estará en baja forma debido a su recuperación física, no hay que olvidar su estado de ánimo. Es muy importante que pases todo el tiempo que sea posible junto a ella, no sólo para vigilar que todo esté bien y no se toque la herida ni haga movimientos bruscos, sino también para que sienta que estás a su lado. Si te es imposible, intenta que algún amigo con el que el animal tenga confianza se pueda quedar a su cuidado. La compañía y la calma mantendrán a tu pequeña en el mejor estado durante su convalecencia.

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  • ALIMENTACIÓN

En las primeras horas tras la esterilización es recomendable que la perra no tome ninguna comida, ya que le durarán las náuseas de la anestesia. Unas horas más tarde de la intervención, puedes probar a ofrecerle agua y, si no la vomita, algún alimento muy ligero con el que además comience a ingerir la medicación. Como te he dicho, el animal también estará desganado, así que no hay problema si pasa las primeras 24 horas en ayunas, verás como al día siguiente su apetito vuelve a activarse. En los primeros días debes continuar con su dieta habitual, pero reduciendo las raciones y evitando alimentos pesados y grasos. Más tarde es aconsejable que progresivamente cambies su pienso de siempre hacia uno específico para perras esterilizadas, ya que su cambio hormonal puede afectar a su forma física. Próximamente dedicaremos un artículo exclusivamente a este tema, ya que es muy amplio.

¡Y esto es todo! Vuelvo a hacer hincapié en que para cualquier duda a lo largo de este proceso lo mejor es que consultes siempre con vuestro veterinario, él te podrá aconsejar mejor que nadie sobre las necesidades más específicas, a pesar de que para comenzar espero que estas 5 bases te sirvan de ayuda para pasar una recuperación estupenda y que en pocos días tu perrita vuelva a estar al 100 %. ???