Es posible que acabes de adoptar tu primer roedor. ¡Bienvenido a casa! ¿Y ahora qué?

Ya tienes la jaula, el lecho, el bebedero y algunos juguetes para el pequeño. Pero ¿qué hay de comer?

Sigue esta guía y aprenderás a identificar los alimentos básicos para cada tipo de roedor. Qué es imprescindible, qué es recomendable y qué evitable.

¡Antes de empezar! Recuerda:

Los conejos no son roedores pero, debido a su modo de vida, las necesidades de su dieta son muy similares

1 – La importancia del heno

El ingrediente estrella para los conejos, las chinchillas y las cobayas. Estos grandes herbívoros no sólo se pirran por el heno, sino que lo necesitan de manera insustituible.

El heno debe constituir un 70 % de su alimentación. Esto es debido a que su sistema digestivo necesita este aporte de fibra para funcionar correctamente.

Por eso, a tu conejo o cobaya debes ponerle una cantidad mínima diaria de una bola de heno de su tamaño cada día. Si al acabarlo sigue pidiendo, no hay problema en darle más, ya que el heno tiene muchísimos nutrientes pero muy pocas grasas.

Además de como menú, el mordisqueo de heno también les servirá para afilar y desgastar sus dientes. Prevenir el crecimiento dental excesivo es importante para evitar problemas como la mixomatosis.

Para el resto de roedores, a pesar de no ser imprescindible, sí es recomendable. No sólo lo utilizarán como alimento, sino también para construir su refugio o su cama.

2 – Pienso para cada uno

El segundo alimento protagonista para la dieta de conejos y roedores es el pienso. Te habrás dado cuenta de que en el envase de los productos como el heno, el lecho o los premios, suelen aparecer cobayas, hámsters, ratones, conejos, chinchillas, jerbos… En el caso del pienso, es importante ofrecer a tu mascota un compuesto adecuado a su especie.

Lo encontrarás en forma de alimento prensado (pellets) o también como una mezcla de semillas.

El mayor aporte del pienso son las proteínas, por eso no debe darse al animal con abuso. La medida recomendable es de una cuchara sopera al día, no más.

 

3 – Fruta y verdura frescas

Los vegetales son una gran fuente de energía para los roedores. Algunos de ellos, a pesar de ser animales omnívoros, basan su comida en una dieta vegetariana.

Las frutas y verduras fresquitas les encantan y les aportan cantidad de vitaminas. En el caso de la cobaya, por ejemplo, el pimiento rojo debe ser un ingrediente esencial en sus menú. Estos animales tienen un problema para sintetizar la vitamina C, por eso es imprescindible darles esta verdura para que no sufran la carencia.

Puedes ofrecer multitud de verduras (brócoli, calabacín, canónigos) y frutas (evita cítricos y frutas muy proteicas como el plátano o la uva). Con un par de piezas al día estarán saciados. Nunca hiervas la verdura, les encanta cruda y crujiente.

4 – Los frutos silvestres

Al final de la lista encontramos los frutos secos y semillas como avellanas, cacahuetes, nueces o pipas. Éstos suelen representar la base de la alimentación de los roedores en su estado silvestre, porque son las que recolectan a los pies de los árboles. El principal beneficio de estos ingredientes es que para ellos son sencillos de encontrar y les garantizan un gran aporte de hidratos de carbono que les mantendrán fuertes  y calentitos de cara al invierno.

Pero ¿qué pasa con nuestro roedor o conejo doméstico? Que seguramente no viva a la intemperie, por lo tanto esta dosis de grasas no sólo no es necesaria sino que podría acabar siendo perjudicial. No queremos un pequeño obeso con todos los problemas que ello conlleva su salud, así que ofreceremos a nuestro roedor algún fruto seco de vez en cuando, pero sin abusar.

Como, aunque no lo necesiten, se pirran por ellos, puedes dárselo a modo de premio o snack. ¡Importante! No se te ocurra darle frutos secos «comerciales»: tostados, con salsas o sales añadidas. El producto debe ser al natural, es decir, tal cual se lo encontrarían a los pies del árbol.

¿Qué más?

• Insectos

Recuerda que los conejos y las cobayas son hervíboros, pero el resto puede comer carne sin problema. Algunos pequeños insectos pueden ser buenos para tu hámster o ratón.

En el caso de las ratas, incluso es aconsejable complementar su pienso específico con pienso para perros, que les de un aporte extra de proteína de carne.

• Lácteos

Si bien es cierto que las ratas y ratones son grandes comedores de queso, lo mejor es evitarlo.

A pesar de su fama, la realidad es que estos animales no digieren demasiado bien la lactosa. Además, el queso contiene mucha grasa que podría producir problemas de sobrepeso.

• Heces

No te alteres si descubres a tu roedor o conejo comiendo sus propios desechos. La mayor parte de ellos son animales coprófagos, es un comportamiento natural.

La ingesta de heces les ayuda a regular su digestión.

• Agua

Además de la comida, la bebida también es una parte importante de una buena digestión. Controla en todo momento que el bebedero de tu mascota esté lleno de agua limpia y fresca. No esperes a rellenarlo cuando lo haya terminado, es importante que cada día le cambies el agua. Si observas que no bebe bien o que el lecho está mojado, es posible que tu bebedero gotee. Comprueba que no esté roto o defectuoso, o impedirá que tu el animal se hidrate correctamente.

[ Aprende cómo impedir que tu bebedero gotee AQUÍ ]

¿Tu roedor o conejo tiene una buena alimentación? Si observas alguna anomalía en sus comidas o simplemente quieres hacer una consulta, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo veterinario.