Hoy en Maskokotas hemos vivido una historia de lo más emocionante y que ha tenido un final feliz gracias al microchip.

Todo empezó ayer al mediodía cuando una persona vino a Maskokotas para dejar a su perro en nuestra peluquería, nada fuera de lo normal. Como es habitual, nos dejó su número de teléfono y le pedimos que viniera a recogerlo en un par de horas.

Pero llegó el momento de cerrar la tienda y nadie había venido a recoger al perro…El teléfono que nos habían dado resultó ser falso, y no teníamos otra manera de comunicarnos con esa persona…

El perro ha pasado la noche en Maskokotas, donde le hemos habilitado un sitio en el que poder dormir y comer. Al llegar esta mañana y seguir sin noticias del propietario, hemos hablado con la policía, desde donde nos han indicado que comprobáramos el microchip del animal. Así lo ha hecho nuestro veterinario y, tras sacar los datos de contacto del propietario, le hemos llamado por teléfono.

La sorpresa ha sido que al otro lado del auricular nos ha contestado una chica llamada Cristina y que no era quien había traído el perro ayer a la peluquería, de hecho no entendía de qué le hablábamos porque su perro había desaparecido hacía un año… Unos minutos han bastado para que Cristina  y su hija aparecieran por Maskokotas y abrazaran al pequeño Mini, el Yorkshire que llevaban buscando más de un año. Ha sido un reencuentro de lo más emocionante no sólo para ellos, sino también para todo el equipo de Maskokotas.

Reencuentro Cristina y Mini

Por suerte, el final de esta  historia ha sido muy feliz, gracias a que Mini llevaba puesto el microchip. Ahora deseamos que sea muy feliz en su vuelta a casa y esperamos verle pronto por aquí.