Qué darle de comer a la gata durante el periodo de gestación y lactancia es siempre una problemática con la os encontráis aquellos que tenéis gatitas embarazadas. En este post vamos a tratar de orientaros un poco sobre sus necesidades y cuál es el tipo de alimentación que deberían tener.

Durante la gestación, el peso de las gatas aumenta bastante, debido a la acumulación de las reservas de grasa que posteriormente utilizarán al final de la gestación y durante la lactancia.

Incluso después del parto, la gata suele pesar alrededor de un 20% más que en el momento de la monta, de esta manera podrá cubrir las necesidades energéticas que necesitará durante la lactancia.

Durante la lactancia, entre cinco y siete semanas, el alimento que se le dé a la gata deberá ser mucho más concentrado que un alimento pensado para el mantenimiento de un gato, ya que sus necesidades energéticas son muy altas y además necesita muchas más proteínas que las que puede proporcionar un alimento de mantenimiento. Esto se debe a que la gata pasa muchas proteínas a la leche que ingieren los gatitos, por tanto, ella necesitará ingerir también muchas proteínas.

Como viene siendo habitual en cualquier etapa de la vida de un gato, el agua es muy importante. También durante la lactancia la gata deberá tener siempre disponible agua fresca y limpia. De lo contrario, incluso una leve deshidratación podría ver afectada a la producción de leche.

Lactancia gatos

Aunque la producción de leche aumenta con el número de gatitos, este crecimiento no es proporcional. Cuantos más gatitos tenga la camada, menor cantidad de leche le corresponde a cada uno de ellos. Y, aunque para los gatitos, el mejor alimento es la leche de su madre, en el caso de que observéis que éstos no crecen lo suficiente, la mejor opción es amamantarlos de manera artificial. En este caso, la leche de vaca no se recomienda, ya que no contiene la suficiente energía y proteínas y esto podría provocar diarreas e intolerancias alimentarias. Desde Maskokotas os recomendamos utilizar leche maternizada especialmente formulada para gatitos, como es el caso de Babycat Milk, de Royal Canin.

En cualquier caso, desde la tercera o cuarta semana, los gatitos podéis empezar a ofrecer a los gatitos otro alimento a parte de la leche materna.

Una gata alimentada a voluntad durante el periodo de reproducción no recupera su peso inicial (de antes de la gestación) hasta el momento del destete, es decir de seis a siete semanas después del nacimiento de los gatitos. Si la gata ha adelgazado mucho no hay que dudar en suministrarle el alimento de lactancia después del destete de los gatitos hasta que recupere su peso ideal. Una transición alimentaria
progresiva permite volver después a la alimentación de mantenimiento.