Los maskokoteros que adoráis a los canes estaríais todo el día con ellos, ¿verdad? Y cuantos más, mejor. El problema llega cuando decidís traer a un nuevo guardián a vuestra casa, al que llamaremos Kota, y el primer amigo peludo, Masko, no se lo toma nada bien… Puede que hayáis tenido suerte y ambos se hayan aceptado sin problemas, pero si éste no es vuestro caso os daremos una serie de consejos para conseguir una convivencia perruna adecuada:

Lo principal es educar a cada perro por separado (si alguno de ellos o ambos no lo está ya). Esto implica enseñarles las normas que quieres que cumplan, por ejemplo a no subirse al sofá o a sentarse cuando se lo ordenes. Puede que te resulte más difícil si alguno de ellos es nervioso por naturaleza, pero no desistas: las claves son hablarles con firmeza, tranquilidad y seguridad en ti mism@.

Cada vez que respondan a tus órdenes, recompénsales con caricias o chucherías para perros. Poco a poco ve dejando de dárselas hasta que comprendan que ese buen comportamiento no es algo que tengan que hacer para recibir recompensas, sino que es la conducta habitual que se espera de ellos. Más adelante, cuando los tengas juntos, evita las excesivas muestras de cariño a un perro delante del otro: es probable que se ponga celoso y te cree nuevos problemas.

No lleves de golpe a casa a Kota: a todos nos impactan los cambios, ¿no es cierto? Pues a Masko le sucede exactamente lo mismo; necesita un tiempo para comprender que la familia va a aumentar y que eso no será negativo para él. Puedes ir mostrándole objetos de Kota, como su arnés o su correa, para que vaya acostumbrándose a su olor. Del mismo modo, Kota requiere adaptarse a su nuevo hogar de forma gradual, así que es recomendable que le pasees mientras otra persona camina con Masko. Observa cómo reaccionan al verse; si al principio se ponen nerviosos, no os mostréis intranquilos (porque eso les alterará más): separadles y seguid vuestros caminos como si nada. Repetid el paseo todos los días, hasta que la presencia del otro sea tan natural que incluso la esperen antes de salir de casa.

En relación con el punto anterior, es importante no mostrarse inseguro al traer al nuevo miembro de la familia: se sabe que los perros presienten el estado de ánimo de los dueños, de modo que pensarán que el nuevo es una amenaza si no le hacemos pensar lo contrario. Tu conducta también será definitiva para Kota, porque percibirá que Masko no es ninguna amenaza y tendrá interés por conocerle.

Puede que tus perros presenten problemas de convivencia más graves o que empiecen a pelearse cuando nunca lo han hecho. En estos casos es recomendable consultar con un especialista para que te proporcione las soluciones más adecuadas; Maskokotas puede ayudarte incluso a distancia gracias al chat. Si has conseguido que tus perros estén juntos ¡enhorabuena! Envíanos tu historia a [email protected] para que la publiquemos en el blog.

Los perros son sociales por naturaleza, de modo que, desde el punto de vista genético, están preparados para compartir espacio con sus semejantes (es un instinto que han heredado del lobo, que convive en manadas de entre 4 y 40 miembros). Así que no te desanimes: Masko y Kota pueden llegar a ser grandes amigos, pero necesitan que les hagas entender que no son contrincantes, sino que van a pasarlo bien incluso cuando tú no estés porque se tendrán el uno al otro. Así, tu equipo Masko-Kota nunca estará solo.