Como su nombre bien indica, el Lebrel afgano es originario de Afganistán, aunque no se conoce prácticamente su origen. Se trata de un perro de raza grande caracterizado por ser muy robusto y resistente.

Un poco de historia

Aunque no se conoce su origen, el Lebrel Afgano parece estar emparentado con el Saluki (Lebrel persa), cuyos ancestros partieron de Persia y llegaron a Afganistán, donde desarrollaron el largo pelaje que caracteriza al Lebrel afgano. En su país de origen era utilizado como guardián, así como para la caza. Mientras que en la India, se utilizó como mensajero militar.

Tras la segunda guerra afgana, sobre 1890, los soldados británicos los llevaron a Gran Bretaña. Años más tarde, se expusieron los primeros ejemplares en Londres, donde obtuvieron un éxito arrollador. Fue un perro muy popular en los años 80.

Lebrel Afgano

Características

La cabeza del Lebrel afgano es larga, al igual que su hocico. Sus ojos tienen una forma casi triangular y son levemente oblicuos.

Respecto a las orejas, éstas son de inserción baja, chatas y estás cubiertas de pelos largos y sedosos.

Su cuerpo, una de las principales características de esta raza, es muy largo, como también lo es su cuello. Su lomo, recto, es más bien corto. Tanto las costillas como los huesos de las caderas son bastante prominentes.

Las patas, largas y musculosas, terminan en unos anchos y fuertes pies.

Su cola finaliza en forma de anillo.

El pelo es otra de las características más significativas de esta raza: muy largo, sedoso y de textura fina. Éste recubre el cuarto delantero, el cuarto trasero y todo el cuerpo salvo la espalda a partir de los hombros hasta el nacimiento de la cola, donde es mucho más corto y apretado. En la cabeza, el pelo es largo y sedoso, formando un copete. Mientras que en la cara es más corto y apretado. También las patas y las orejas están cubiertas de pelos largos y abundantes. Respecto al pelaje, todos los colores son admitidos.

El Lebrel afgano es muy tranquilo, aunque dominante. Es también bastante susceptible y no le gusta mucho ser molestado, sin embargo se trata de un perro afectuoso y muy apegado a su amo.

Es un perro que puede vivir perfectamente en un apartamento, siempre y cuando disponga del espacio suficiente para poder hacer ejercicio. Se hace necesario cepillarlo y peinarlo a diario, así como bañarlo mensualmente.