Los cálculos urinarios, también llamados urolitiasis, son unas afecciones bastante habituales en los gatos. Éstos se forman cuando la concentración de ciertos minerales en la orina supera un nivel determinado.

Hay razas de gatos más propensas que otras a sufrir este tipo de afecciones. Los gatos Burmés o Persa, por ejemplo, son razas con mayores probabilidades que otras. Otro grupo de riesgo son los gatos de interior, los obesos o los esterilizados.

Síntomas

Existen algunas señales que nos indicarán si nuestro gato sufre cálculos urinarios:

–          Cuando orinan con más frecuencia pero en pequeñas cantidades y con signos de dolor. En muchas ocasiones incluso fuera de la bandeja.

–          Cuando no pueden orinar.

–          Cuando se lamen los genitales más de lo habitual.

–          Cuando la orina es rosada (debido a la presencia de sangre), pierden el apetito y se hace notable un cambio en su comportamiento.

Existen distintos tipos de cálculos urinarios, aunque los más habituales suelen ser los de estruvita y los de oxacalato cálcico.

cálculos urinarios gatos

Tratamiento

A la hora de diagnosticar el cálculo urinario, el veterinario puede llevar a cabo diferentes pruebas como análisis de orina, radiografía o ecografía. En el caso de que se confirme la existencia de cálculos urinarios, éstos deberán ser extraídos, normalmente mediante cirugía. Una vez extraídos, se analizan con el fin de ver de qué tipo son para poder decidir el tratamiento más adecuado.

Los medicamentos recetados por el veterinario y una dieta específica también recomendada por él será probablemente el tratamiento a seguir. Es también importante que se respete la dieta prescrita por el veterinario y no se le dé ningún alimento fuera de ella, pues el tratamiento perdería efectividad. Por lo general, una vez curado, el gato deberá continuar llevando una dieta a base de alimentos específicos que ayuden a prevenir que el problema vuelva a aparecer de nuevo.