Resulta muy habitual que en los hogares se conviva con más de un animal. En el caso de los gatos, la convivencia con animales de otras especies puede resultar algo complicada, especialmente si estos animales son vistos por el gato como posibles presas.

Incluso aunque tengan cubiertas sus necesidades alimenticias, el instinto de los gatos les impulsa a cazar otras especies como ratones, pájaros o insectos. Por eso, si en vuestro hogar convive un gato con especies de un tamaño tanto inferior como superior a él, es importante seguir unas pautas para que la convivencia sea pacífica y no nos llevemos disgustos.

Lo ideal sería que el felino conviviera con estas otras especies desde pequeño, para que pueda acostumbrarse de manera paulatina, continua y natural. En este caso, la convivencia puede llegar a ser completamente normal y sin problemas.

gatos y presas

 

Pero esto no siempre es posible, por lo que en el caso de que el gato sea ya adulto existen una serie de juegos y rutinas que ayudarán a que el gato “acepte” a esas otras especies y no las vea como presas. En muchos de estos casos es necesaria la supervisión de un profesional especializado que os ayudará y guiará en el proceso.

Si os encontráis en el segundo de los casos, es decir, tenéis un gato ya adulto e introducís una nueva especie en casa que pueda resultar una presa para él, tratad de no dejarlos cerca y sobre todo, no dejarlos a solas.

Las aves son una de las presas favoritas de los felinos. A no ser que se haya llevado a cabo una socialización temprana o unas pautas de adiestramiento, el instinto cazador del gato hará que trate de cazarlas.

A los gatos también les encanta cazar pequeños mamíferos, unas de las mascotas más habituales en muchos hogares, tales como hámsters, cobayas o conejos. El riesgo aumenta todavía más si alguno de estos pequeños mamíferos se queda suelto por la casa.

Los peces, pese a lo poco que les gusta el agua a los gatos, pueden ser también víctimas del instinto cazador de los felinos. Muchos de ellos harán lo posible por alcanzar el acuario o pecera que tengáis en casa para hacerse con sus pequeños habitantes. Aunque también existe el caso totalmente opuesto, y es que muchos gatos no hacen ni caso a los peces que puedan haber en casa. Aún así, no está de más cubrir el acuario con su tapa para evitar disgustos.

¿Cuál es vuestro caso? ¿Vuestro gato ha convivido con otros animales desde pequeño o bien ya de adulto? ¿Qué tal es la convivencia entre ellos? ¡Queremos conocer vuestras historias!