Muchos acabáis de empezar vuestras vacaciones y otros estáis a punto de hacerlo. Es entonces cuando surge la duda de qué hacer con nuestros gatos durante el periodo vacacional. Realmente se trata de algo que debemos plantearnos no cuando se acercan los días de vacaciones sino cuando aumentamos la familia con un miembro animal, de este modo, en muchos casos, se evitarían abandonos.

Lo primero será asegurarnos de que el establecimiento en el que vayamos a alojarnos acepta animales. Porque de lo contrario las opciones pasan por dejar al animal con algún conocido o familiar o bien llevarlo a una residencia. En este último caso deberemos tener en cuenta que se tratará de un entorno totalmente nuevo para él, especialmente si nunca ha estado en una.

Si nuestro alojamiento sí que admite animales, es entonces el momento de ver cómo transportaremos a nuestro gato hasta allí. Tanto si viajáis en coche como en avión o cualquier otro tipo de transporte, lo más adecuado suele ser el transportín. El lugar de vacaciones supone un nuevo ambiente para el gato, sobre todo si nunca antes ha estado allí, y ya sabéis que los felinos no son muy amigos de los cambios. Por eso, es normal si al llegar maúlla, bufa o incluso no quiere salir del transportín.

Una manera de ayudarle a que se adapte al transpotín, en caso de que no esté acostumbrado a él, es dejárselo  a su alcance con la puerta abierta, para que pueda entrar y salir de él según quiera. Si tampoco está muy habituado al coche, podemos hacer pequeños desplazamientos de ida y vuelta, aumentando la duración poco a poco.

Aunque lo mejor es acostumbrar a nuestro gato desde que es pequeño tanto al transportín como al coche, para que así estén listos para poder venir de vacaciones con nosotros. Si ya es un gato adulto tendremos que seguir pautas como las que os hemos comentado más arriba y servirnos de productos como Feliway, que nos ayudará a evitarles tanto estrés.

Por último, si decidís dejar al gato en casa porque no vais a estar fuera más de una semana, no olvidéis dejarle suficiente agua y comida disponibles. Además, tener a una persona de confianza que pueda acercarse a comprobar que todo esté bien nunca está de más.