Aunque ya no es tan común dar de comer a nuestro gato comida casera, todavía hay muchas personas que lo hacen y la pregunta del millón sigue siendo: ¿qué le doy a mi gato, alimentación casera o industrial?

Para que os hagáis una idea, si quisierais hacer la comida de vuestro gato vosotros mismos tendríais que proporcionarle los mismos nutrientes (proteínas, lípidos, hidratos de carbono, vitaminas y minerales) que aquellos que le aportaría una decena de ratones por día, además de los pájaros y las hierbas consumidas…lo cual no parece muy realista, ¿verdad? La opción de darle las sobras de nuestras comidas queda totalmente descartada porque, como ya sabéis, las necesidades nutricionales de los gatos no tienen nada que ver con las que tengamos nosotros.

¿Alimentación casera o industrial, qué le doy a mi gato?

La mejor solución, especialmente para nuestros gatos, es la comida industrial. Hoy en día es un sector muy avanzado y que cuenta con numerosos estudios y laboratorios que permiten ofrecer a nuestros felinos lo mejor.

Por lo general, los alimentos preparados podemos encontrarlos de tres formas diferentes: húmeda, semihúmeda y seca.

En el caso de los alimentos húmedos, éstos pueden presentarse en distintas texturas como mousses, patés o trozos.  Se encuentran esterilizados en latas herméticas y contienen entre un 70 y un 82% de agua. Los principales ingredientes que podemos encontrar en este tipo de alimentos son carnes y subproductos cárnicos, además de cereales, verduras y suplementos minerales y vitamínicos.

Los alimentos semihúmedos suelen presentarse en forma de salchicha o de carne picada y contienen entre el 30 y el 60% de agua. Son semiconservas que han sido estabilizadas mediante la adición de conservantes. Actualmente representan una parte muy pequeña del mercado.

Respecto a los alimentos secos, también conocidos como croquetas, contienen entre el 7 y el 10% de agua y entre el 90 y el 93% de materia nutritiva seca. La alta calidad de muchos de los alimentos secos es una de las principales razones por las que es una de las mejores opciones. El alimento seco puede llegar a nutrir hasta 4,7 veces más que un alimento húmedo. Otra de las razones para decantarse por los alimentos en seco es que, una vez abiertos, se conservan mucho mejor y durante más tiempo que el resto.

En la siguiente tabla os presentamos las principales ventajas e inconvenientes de los alimentos preparados, para que podáis verlo de una manera más gráfica y sencilla:

¿Alimentación casera o industrial, qué le doy a mi gato?