La chinchilla es una mascota menos conocida, pero que con muy pocos cuidados se puede convertir en el roedor por excelencia. Su origen está en el sur de los Andes y existen chinchillas con mantos de diferentes colores: gris, blanca, beige o negra.  En tamaño adulto no llegan al kilo y no suelen medir más de 30 cm de largo. Son animales que bien cuidados alcanzan fácilmente los doce años. A continuación te proponemos unos consejos para el cuidado de las chinchillas como mascota.

La particularidad principal de las chinchillas es su denso pelaje. En cada folículo piloso crecen más de cincuenta pelos, en los humanos tan solo uno. ¡Son muy suaves!

Curiosidad: usan su pelaje tan valorado para poder defenderse de los depredadores cuando están en libertad. Pueden soltar su pelaje o soltarlo cuando se ven en peligro.

 

 

Alimentación de las chinchillas

Las chinchillas son herbívoras, aunque no estrictas, ya que en la naturaleza podían alimentarse a veces de insectos. El heno debe representar el 70 % de su alimentación y nunca debe faltarle, ya que es básico para regular su tránsito gastrointestinal y limar sus dientes. El primer día en casa la dieta debe ser únicamente a base de heno y agua, y después se le complementa con pienso específico para chinchilla. Además deben disponer de agua limpia y fresca en el bebedero.

Las chinchillas también pueden consumir como premio frutos secos y golosinas, pero hay que tener en cuenta que son alimentos para utilizar a modo de aperitivo, sin abusar.

No es recomendable dar a las chinchillas alimentos fuera de su dieta, ni cambiarle el pienso continuamente. En cambio, sí que debes combinar heno de diferentes sabores y composiciones porque cada uno aporta unos beneficios.

-Curiosidad: las chinchillas no son cecotropas, eso quiere decir que no se comen sus propias heces y por tanto no forma parte del proceso digestivo, en cambio otros roedores como las cobayas sí que lo hacen

Bienestar, alojamiento y convivencia de las chinchillas

Las chinchillas son animales que les gusta mucho correr y saltar, por tanto, su jaula tiene que ser de un tamaño considerable, mínimo 65 x 54 x 104 cm y preferiblemente de acero inoxidable.

Necesita temperaturas constantes y moderadas, nunca superiores a 27 ºC, si hiciese mucho frío tendría que tener una bombilla de calor para que no pierda el calor corporal. Es importante tener en cuenta que son animales asustadizos que no toleran los ruidos fuertes ni los golpes. Además, son nocturnas, sus horas más activas son al atardecer y al anochecer. 

Nuestra recomendación es que para evitar estrés cuando llegue a casa pase quince días sin salir de la jaula para habituarse a su nuevo entorno. A partir de la tercera semana se puede comenzar a sacar de la jaula, siempre bajo supervisión.

Si estás pensando en tener una chinchilla debes saber que son animales sociables que prefieren vivir en pareja, pero para conseguir una buena adaptación deben introducirse a la vez en casa, si esto no se hiciese así puede ser que nunca aceptase la chinchilla que lleva más tiempo en casa a una nueva compañera. La mejor combinación es una pareja mixta, con uno de los dos esterilizado si quieres evitar reproducciones.

Higiene y salud en las chinchillas

Recomendamos a diario un mantenimiento mínimo y una vez por semana una limpieza en profundidad de jaula, casa, comederos, bebederos y accesorios. Tres veces por semana necesita darse baños de media hora de duración con arena específica para eliminar el exceso de grasa natural de su piel e hidratarla. También es importante cepillarla, pues muda el pelo cada tres meses.

Si goza de buena salud su sistema inmunitario será capaz de defenderla contra bacterias o virus. Las únicas visitas veterinarias serán para revisiones, desparasitación interna cada tres meses y externa cada mes.

Si tienes alguna duda más sobre los cuidados o accesorios que necesita la chinchilla, visítanos en cualquiera de nuestras tiendas especializadas en mascotas y te ayudaremos