Curiosamente, la palabra que designa la raza de este felino significa muñeca de trapo en inglés. Se trata de un gran gato manejable, procedente de EEUU y caracterizado por su tranquilidad y su carácter bonachón.

Un poco de historia

Fue alrededor de 1960 cuando en Riverside (California) nació en la casa de la Sra Pennels una gatita de tipo Angora Turco a la que llamaron Josephine. Josephine tuvo una camada con un gato con guantes de tipo Birmano. De los cruces sucesivos con este gato nació la raza Ragdoll.

Cinco años más tarde, en 1965, la raza fue homologada en EEUU y años más tarde se fundó la International Ragdoll Cat Association.

La raza fue al mismo tiempo difundiéndose por Europa: en 1969 llegó a Gran Bretaña, y a mediados de los 80 a Alemania y Francia, aunque lo cierto es que esta raza está poco difundida fuera de los Estados Unidos.

ragdoll

Características

La cabeza del Ragdoll es de tamaño mediano además de ancha, con los contornos redondeados, al igual que su frente y su hocico. La nariz tiene un ligero arco en el tercio superior.

Sus ojos son grandes, ovalados y ligeramente oblicuos, de un color azul intenso.

Las orejas son anchas en la base y separadas, de un tamaño mediano y ligeramente orientadas hacia adelante.

El cuerpo del Ragdoll, grande y largo, está formado por una osamenta media.

En cuanto a sus miembros, las patas son de longitud mediana, aunque las traseras lo son algo más que las delanteras. Mientras que los pies son grandes, redondos y compactos.

La cola es larga pero está bien proporcionada con respecto al cuerpo. Tupida y ancha en la base, se va afinando poco a poco hacia la punta.

El Ragdoll posee un pelo semilargo y suave, que se encuentra pegado al cuerpo. Cuando está en movimiento, el pelaje se separa en mechones.

Respecto al color, existen tres variedades: bicolor, colorpoint y mitted; además de cuatro colores básicos: seal, azul, chocolate y lila. Por lo general, el color definitivo se alcanza en torno a los dos años y se va oscureciendo con el paso de los años.

El Ragdoll es un gato perfecto para convivir, ya que es muy tranquilo y dócil. Se lleva bien tanto con otros gatos como con los perros, además, es muy cariñoso y afectuoso. No le suele gustar la agitación y el ruido, aunque tampoco le gusta la soledad.